La decisión del régimen de Daniel Ortega de otorgarle la nacionalidad al expresidente Mauricio Funes, corresponde a una tradición del dictador nicaragüense de proteger a prófugos de la justicia internacional, que generalmente le resultan afines ideológicamente.

Funes, prófugo de la justicia salvadoreña por una serie de cargos de corrupción durante su mandato 2009-2014, quien fue nacionalizado nicaragüense el pasado 15 de julio, busca así evitar varios pedidos de extradición, ya que la Constitución nicaragüense impide la entrega de sus ciudadanos a otros países que así lo requieran.

Durante los años 80, Ortega permitió que Nicaragua fuera refugio de grupos terroristas y delincuentes internacionales de la talla del narcotraficante colombiano, Pablo Escobar Gaviria, tal como lo ha relatado el hijo del capo en varios testimonios.

El narcotraficante Pablo Escobar Gaviria (camisa a rayas) en una foto en Nicaragua en los años 80.


 

En esa época, Managua era una especie de capital de todos los grupos guerrilleros del continente que vivían bajo la protección de los sandinistas, incluyendo los líderes del FMLN, el ELN y las FARC colombianas, el MIR chileno, los Montoneros y el ERP argentinos, Tupamaros uruguayos, miembros del Sendero Luminoso peruano y la URNG guatemalteca.

También vivían en Managua connotados prófugos de la banda terrorista vasca ETA, entre los que figuraban los dueños del llamado "Buzón de Santa Rosa", un arsenal de armas y documentos descubierto en Managua en 1993, tras una explosión accidental, y en la que se vio involucrado las Fuerzas Populares de Liberación (FPL), una de las cinco organizaciones que conformaban el FMLN.

El caso más famoso de prófugos viviendo en Nicaragua y nacionalizado por Ortega, es el del italiano Alessio Casimirri, quien afronta varias solicitudes de extradición por el secuestro y asesinato del ex primer ministro de justicia italiana, Aldo Moro, en 1978. Casimirri ha sido condenado a seis cadenas perpetuas en Italia. Casimirri llegó a Nicaragua 1983, cinco año después del asesinato de Moro. Se identificó como miembro de las Brigadas Rojas y cinco años después se nacionalizó nicaragüense. Fue instructor de buceo de las tropas élites del regimen de Managua en los años 80.

Una publicación nicaragüense se refiere al caso Casimirri.


 

La última petición de extradición fue hecha el 14 de marzo de este año por el Parlamento Europeo. El regimen de Ortega no ha respondido a la solicitud.

Otro caso célebre es el del diputado guatemalteco, Luis Rabbé, acusado por más de 160 “plazas fantasma” en el Congreso guatemalteco donde fungió como presidente. Otra guatemalteca, Alba Elvira Lorenzana, también prófuga de la justicia por actos de corrupción en su país y esposa del magnate televisivo Ángel González, está refugiada en Managua.

Luis Rabbé, expresidente del congreso guatemalteco, perseguido por corrupción, también se refugió en Managua.


En los últimos años también se ha conocido de delincuentes extranjeros en Nicaragua, incluyendo pandilleros salvadoreños, narcotraficantes y guerrilleros de las FARC colombianas, que han sido nacionalizados u obtenido documentos nicaragüenses de manera fraudulenta.

Tal es el caso del narcotraficante costarricense Alejandro Jiménez, alias "Palidejo", quien era el acompañante del cantautor argentino Facundo Cabral en julio de 2011 en Guatemala, al momento de ser asesinado. El atentado aparentemente era contra Jiménez.