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La llegada de migrantes a la frontera sur de EE.UU. finalmente ha superado cifras récord y pone frente a la capcidad de la Patrulla Fronteriza una situación de “crisis humanitaria sin precedentes”, así lo reiteró ayer el comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), Kevin McAleenan.


Desde el sector El Paso, en Texas, uno de los puntos donde más se han incrementado los flujos migratorios en los últimos meses, McAleenan recordó al Congreso de EE.UU. y al Gobierno que ya había advertido que la migración en la frontera había alcanzado un “punto de quiebre”, y que es urgente encontrar la manera de atender a las numerosos grupos familiares y menores no acompañados que se están entregando a sus oficiales para para pedir asilo, superando la capacidad del CBP.


“Hace dos semanas hice un resumen a los medios y testifiqué en el Congreso que el sistema migratorio estaba en un punto de quiebre. Ese punto de quiebre ha llegado esta semana a la frontera. CBP está enfrentando una crisis humanitaria y de seguridad fronteriza sin precedentes a todo lo largo de la frontera sur”, dijo McAleenan, declaraciones reproducidas por la cadena Univision.


Explicó que justo momentos antes de que iniciara su rueda de prensa, un grupo de padres e hijos salvadoreños se entregaron a agentes de CBP.




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McAleenan dijo a Univision que actualmente tienen más de 12,000 migrantes en custodia en sus instalaciones, y que la cifra que ha roto récord de crisis anteriores que debe a las “debilidades” del sistema migratorio que, dice, hace que los inmigrantes sepan que una vez que son atrapados serán dejados en libertad mientras esperan su audiencia con un juez.


El funcionario estima que para marzo alcanzarán las 100,000 detenciones, el número más alto alcanzado en un mes en una década.


“4,000 es un número alto (...) 6,000 es un nivel crítico. 13,000 no tiene precedentes”, aseguró McAleenan.


“Necesitamos asistencia y recursos adicionales para atender este flujo”, aseguró al pedir a la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) y al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) agilizar los procesos para recibir a las familias y a los niños no acompañados en sus centros, también afectados por la crisis que ha llevado a una escasez de camas para recibirlos.


El punto en el que el comisionado dio su rueda de prensa, El Paso, en el segundo con más cruces en la frontera sur de Estados Unidos, después del Valle del Río Grande, también en el sur de Texas.


En enero más de 25,000 familias fueron arrestadas en este sector; en febrero los números no cedieron: 36,298 familias fueron aprehendidas.


McAleenan advirtió que los agentes de la Patrulla Fronteriza comenzarán a asumir tareas de ICE, como decidir a discreción quién puede ser liberado con o sin grillete, quién debe permanecer detenido y quién deportado. “No es algo que queremos hacer, es algo que nos toca hacer dada la sobrepoblación en nuestras instalaciones”.