El aumento acelerado de casos de coronavirus en El Salvador presiona para que el país entre en una fase de confinamiento obligatorio, pero una nueva cuarentena podría ocasionar que la economía se contraiga hasta un 4 % adicional, advirtió ayer Mauricio Choussy, economista y expresidente del Banco Central de Reserva (BCR).


El Salvador inició la segunda quincena de marzo un proceso de confinamiento obligatorio que se extendió hasta mediados de junio pasado, cuando se comenzó con la primera fase de reapertura económica. Contrario a lo que se esperaba, que durante la cuarentena se controlaran los casos, la curva de contagio se aceleró superando los 13,377 contagios confirmados al 23 de julio.

Los datos más recientes del BCR, publicados al cierre de junio, indican que la economía salvadoreña creció apenas un 0.83 % en el primer trimestre, período que solo cubrió 15 días de confinamiento nacional más el impacto internacional.

El golpe se sentirá más fuerte en el segundo trimestre del año, de abril a junio, porque fue el período en que el país estuvo paralizado en casi su totalidad y la economía solo operaba en un 20 % de su capacidad. De julio a septiembre la “economía seguirá en terreno negativo” y “vamos a empezar a ver un poquito de luz” hasta los últimos tres meses del año.

“Si no hay un rebrote de la pandemia o una nueva cuarentena. Las estimaciones lo que dicen es que una nueva cuarentena podría hacer que la economía se contraiga todavía un 4 % más, cuando veamos las implicaciones que eso tiene, desde el punto de vista de empleo o de pobreza, realmente la situación podría ser mucho más crítica de lo que ya se ve”, advirtió Choussy durante el programa Frente a Frente.

 

Proyecciones más negativas

En cada actualización de las proyecciones económicas realizadas por organismos multilaterales y por el BCR se empeora el escenario para El Salvador, de una caída esperada cuando comenzó la pandemia en -4 % ahora el BCR prevé una contracción entre el -6.5 % y -8.5 %. El informe presentado la semana pasada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) incluso advierte que el país será el más afectado de Centroamérica con un desplome de -8.6 %.

Choussy, en tanto, prevé que el Producto Interno Bruto (PIB, que mide la producción de bienes y servicios de la economía), caída -9 % este 2020.

Ante la escalada de casos, el Gobierno pidió a la Asamblea Legislativa que le apruebe una cuarentena estricta de 15 días. Tras la negativa del pleno, el Ejecutivo ha retrasado en dos ocasiones el inicio de la segunda fase de reapertura económica que implicaba el regreso total de manufacturas y el transporte público.

Para Pedro Argumedo, economista de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), la cuarentena ya aplicada “falló y nos dejó vulnerables para la reapertura”. Aseguró que “no podemos aplicar lo mismo de antes” porque ya “tenemos una población creciente sin empleo, alta pobreza, con empresas quebradas y un sistema hospitalario colapsado. Tenemos una crisis seria”.

Argumedo propuso replantear el modelo de “ataque a la pandemia para un nuevo normal” enfocado en campañas educativas sobre uso de mascarillas y distanciamiento, y protocolos sanitarios para los sectores en operaciones.