Este sábado 24 de octubre en el Camp Nou, el Barcelona recibirá al Real Madrid en partido válido por la séptima fecha de la Liga de España, en lo que será una nueva edición del Clásico del país al que ambos llegan inmersos en realidades opuestas, y que tiene como favorito al equipo que dirige Leo Messi desde dentro del campo.

No será un Clásico más para Leo, claro que ninguno de los anteriores 44 partidos ante el Madrid fue uno más ya que son siempre importantes. Pero en ninguno de sus anteriores duelos ante los Blancos había llegado como lo hace a este: la novela de su salida, posible partida en junio de 2021, su nueva posición y por ende rol, y sin Suárez...

Leo, ¿ante su último Clásico de Liga en el Camp Nou?

Messi finaliza su contrato en Barcelona en junio de 2021. Al día de hoy, todo hace indicar que se irá del club, aunque ello dependerá en gran medida de lo que pase en las elecciones presidenciales de marzo próximo (si se mantiene el oficialismo de Bartomeu será un problema), y por supuesto los logros deportivos que logre con el equipo durante la temporada. Pero en caso de mantenerse la tendencia actual, Leo estaría frente a su último clásico liguero en el Camp Nou, sabiendo que aún queda uno más como mínimo pero en el Di Stéfano del Madrid.

'Recuperar' el idilio con los hinchas

Si bien a Messi no se le puede exigir ni reprochar nada, ha cambiado la historia del Barcelona, algunos hinchas continúan dolidos por lo que pasó entre agosto y septiembre pasado, cuando decidió irse del club. Leo sabe que un buen partido ante el Madrid sanará cualquier herida sensible y demostrará que lo dicho en su entrevista tras confirmar que se quedaba, era verdad.

Nueva posición y la no dependencia

Messi llega a este Clásico jugando en una posición poco convencional. Koeman no lo pone por derecha, posición en la que siempre se ha destacado iniciando y finalizando acciones, sino que lo ubica como centrodelantero, dándole igualmente la libertad de moverse en todo el frente de ataque. Esa área del campo hace que Leo tenga menos contacto con la pelota y por ende menos injerencia en la creación de las jugadas, el fin es que sea el finalizador de las mismas.