El Ministerio de Medio Ambiente (MARN) inspeccionó ayer el centro comercial La Gran Vía, en Antiguo Cusca­tlán, luego que se denunciara en redes sociales el uso de un repelente contra aves que habría causado daños a los animales.

El titular del MARN, Fernando López indicó que la administración del recinto no utilizó “un sistema adecuado para repeler aves”.

“Hay otros sistemas que están avalados por las leyes locales y tratados internacionales; sin embargo, se utilizó un sistema que no era el más conveniente para el tratamiento de estas aves; se están analizando las implicaciones que esto pueda tener”, sostuvo el ministro.

El centro comercial emitió un comunicado ayer tarde en el que asegura que el producto ya fue retirado y lamentó “la situación provocada de manera involuntaria”.

“Por supuesto que colaboraremos con la investigación de la autoridad correspondiente y reiteramos nuestro compromiso con el medio ambiente”, dice el comunicado.

El ministro López informó que el MARN levantó un acta por el maltrato que han recibido las aves y “se están analizando legalmente las implicaciones que pueda tener la ley de vida silvestre; ya los abogados lo están viendo y la ley tiene ciertos artículos que puedan indicarnos si hay alguna multa por este tipo de acciones”.

La ley de Conservación de Vida Silvestre establece en el artículo 27 inciso C, que por causar modificaciones ambientales drásticas que dañen a la vida silvestre”, es una falta grave sancionada con multas equivalentes de 10 a 100 salarios mínimos; es decir, $3,000 a $30,000.

Por su parte, Néstor Herrera, de la fundación Paso Pacífico, que vela por la protección de la vida silvestre, dijo que varias aves fueron torturadas por un pegamento químico.