Dicha propuesta de fondo puede tener el objetivo de generar una mejor concentración en las clases, evitar distracción, o incluso actividades de acoso escolar ya que es conocido que a niveles de tercer ciclo y bachillerato los adolescentes forman grupos en diferentes redes sociales para enviar fotografías, videos, memes u otro tipo de material que genera contenido que afecta a jóvenes y señoritas; pero en el contexto de inseguridad que artravieza nuestro país durante la presente década el teléfono celular básico o los denominados teléfonos inteligentes constituyen la principal herramienta de control y seguridad que los padres de familia disponen para contacto seguro e inmediato.
El teléfono celular en El Salvador es además parte del presupuesto de las familias en especial en modalidad prepago, muchos hogares enfrentan grandes dificultades para hacer la famosa “recarga” y poder tener comunicación con sus hijos.
Estas propuestas deben de ser analizada y discutidas con mucha responsabilidad y llamar a diferentes actores de la sociedad para que brinden opinión y no se le quite una herramienta de comunicación y seguridad entre padres de familia e hijos.
Ha sido conocido por medio de diferentes medios de comunicación la falta de capacidad de control y disciplina en centros escolares públicos y privados con violencia escolar, y han sido estos equipos la evidencia para padres de familia ante los colegios e institutos que por cierto en su mayoría carecen de sistemas de video vigilancia eficientes y con una cobertura de sus instalaciones.
Antes de prohibir sería conveniente hacer una revisión y propuestas para que los institutos, escuelas y colegios puedan contar con una normativa e instructivo para que se establezcan lineamientos básicos para el uso de dispositivos a los estudiantes, por que cerrar las puertas a la tecnología cuando los institutos y escuelas principalmente no tienen centros de cómputo, y si los tienen no tienen la capacidad de computadoras para una clase y lo peor no tienen ni internet. Sugiero que se puedan establecer una normativa con reglas básicas para los alumnos y que sean del conocimiento de los padres de familia y se firmen por todos los interesados como: respetar las reglas de la institución escolar quien diseñará horas y sitios para utilizar tecnología, los padres de familia deben disciplinarse a no marcar innecesariamente y los hijos que contesten a sus padres, orientar a los estudiantes a utilizar de manera positiva y productiva sus equipos de tecnología, las instituciones y padres de familia deben invertir en controles parentales en beneficio de la seguridad de alumnos e hijos.
Por el momento no es recomendable eliminar la comunicación entre padres de familia e hijos antes, durante y después de la jornada escolar. Hay que recordar que existe el fenómeno de las desapariciones y son los adolescentes y jóvenes el segmento más afectado, el teléfono móvil es una herramienta que permite contacto con sus padres y marca pautas de investigaciones iniciales. El escuchar a los diferentes sectores y la asesoría de expertos será clave a los tomadores de decisiones.