“Queda terminantemente prohibido para los estudiantes de los niveles de educación inicial, parvulario, básica de centros educativos oficiales y privados el uso de dispositivos móviles e inalámbricos personales con los que puedan conectarse a internet, tales como celulares y tablet de todos los tipos y modelos” sería la propuesta para agregar a los artículos 116-A, 116-B, 116C a la Ley General de Educación propuesta la semana anterior por dos diputadas del partido ARENA, en la misma si se privilegia a los maestros para que los utilicen y estudiantes con discapacidad, y luego existe una contradicción en la propuesta de las legisladoras se podrán usar cuando sean requeridos para efectos pedagógicos. En otro apartado se establece que los estudiantes que incurran en la falta muy grave por su uso se les decomisará el aparato o dispositivo electrónico el cual pasará a ser utilizado en las actividades académicas de la institución debiendo registrarlo en el inventario.

Dicha propuesta de fondo puede tener el objetivo de generar una mejor concentración en las clases, evitar distracción, o incluso actividades de acoso escolar ya que es conocido que a niveles de tercer ciclo y bachillerato los adolescentes forman grupos en diferentes redes sociales para enviar fotografías, videos, memes u otro tipo de material que genera contenido que afecta a jóvenes y señoritas; pero en el contexto de inseguridad que artravieza nuestro país durante la presente década el teléfono celular básico o los denominados teléfonos inteligentes constituyen la principal herramienta de control y seguridad que los padres de familia disponen para contacto seguro e inmediato.

El teléfono celular en El Salvador es además parte del presupuesto de las familias en especial en modalidad prepago, muchos hogares enfrentan grandes dificultades para hacer la famosa “recarga” y poder tener comunicación con sus hijos.

Estas propuestas deben de ser analizada y discutidas con mucha responsabilidad y llamar a diferentes actores de la sociedad para que brinden opinión y no se le quite una herramienta de comunicación y seguridad entre padres de familia e hijos.

Ha sido conocido por medio de diferentes medios de comunicación la falta de capacidad de control y disciplina en centros escolares públicos y privados con violencia escolar, y han sido estos equipos la evidencia para padres de familia ante los colegios e institutos que por cierto en su mayoría carecen de sistemas de video vigilancia eficientes y con una cobertura de sus instalaciones.

Antes de prohibir sería conveniente hacer una revisión y propuestas para que los institutos, escuelas y colegios puedan contar con una normativa e instructivo para que se establezcan lineamientos básicos para el uso de dispositivos a los estudiantes, por que cerrar las puertas a la tecnología cuando los institutos y escuelas principalmente no tienen centros de cómputo, y si los tienen no tienen la capacidad de computadoras para una clase y lo peor no tienen ni internet. Sugiero que se puedan establecer una normativa con reglas básicas para los alumnos y que sean del conocimiento de los padres de familia y se firmen por todos los interesados como: respetar las reglas de la institución escolar quien diseñará horas y sitios para utilizar tecnología, los padres de familia deben disciplinarse a no marcar innecesariamente y los hijos que contesten a sus padres, orientar a los estudiantes a utilizar de manera positiva y productiva sus equipos de tecnología, las instituciones y padres de familia deben invertir en controles parentales en beneficio de la seguridad de alumnos e hijos.

Por el momento no es recomendable eliminar la comunicación entre padres de familia e hijos antes, durante y después de la jornada escolar. Hay que recordar que existe el fenómeno de las desapariciones y son los adolescentes y jóvenes el segmento más afectado, el teléfono móvil es una herramienta que permite contacto con sus padres y marca pautas de investigaciones iniciales. El escuchar a los diferentes sectores y la asesoría de expertos será clave a los tomadores de decisiones.