Según la propuesta, las nuevas multas serían cobradas en un 25 % la primera vez y en 100 % la reincidencia.
De acuerdo al proyecto presentado, proponen una multa de $900 para las siguientes faltas gravísimas: conducir manipulando el teléfono celular, negarse a pruebas de alcohol o drogas, conducir bajo efectos del alcohol, usar la vía pública para competencias, no respetar la luz roja, disputar la vía con otro vehículo, circular a mayor velocidad de la reglamentaria, no ceder paso a los peatones, rebasar la doble amarilla, sobrepasar otro vehículo en la boca calle, no disminuir velocidad en zonas restringidas, conducir en sentido contrario, conducir con licencia suspendida, virar en “u” donde no es permitido. Actualmente esas infracciones tienen multas diferentes, de $57.14, $34.29 y $11.43.
En general, la propuesta plantea subir las multas por faltas leves de $11.43 a $150; por faltas graves, de $34.29 a $350; y por faltas muy graves de $57.14 a $600.
También, proponen suspender la licencia de tres a cinco años para quienes al conducir bajo los efectos de alcohol o estupefacientes provoquen lesionados o fallecidos en accidentes de tránsito; y también de cinco a 10 años de suspensión si en este caso conduce transporte público.
La propuesta también permitiría que se validen los vídeos y fotografías para imponer multas de tránsito, con cámaras o imágenes captadas por particulares, siempre que hayan sido enviadas en 24 horas resguardando el anonimato del denunciante. La multa sería cargada a la tarjeta de circulación.
La subdirectora de tránsito, Verónica Uriarte, dijo que se han agravado las multas en las causas que generan más accidentes de tránsito.
La propuesta fue desarrollada por el movimiento “Por Buen Camino”, que buscan reducir los accidentes de tránsito. “Esperamos que con eso la gente entienda. Esto es persuasivo y no esperamos que la gente sea partícipe de estas acciones”, dijo Luis Chávez, del movimiento por Buen Camino, que lanzó la campaña “historias interrumpidas” para evitar tragedias viales.
La propuesta bajaría a 70 milígramos de alcohol en sangre el límite permitido en conductores particulares y a 10 milígramos a los conductores de transporte colectivo.
