El empresario Gustavo López Davidson dejó la presidencia del Consejo Ejecutivo Nacional de Arena (Coena) para “no dañar al partido” en medio de críticas del Gobierno por la falta de apoyo a sus planes de seguridad y tras una presunta venta de armas defectuosas al Estado.

En una conferencia de prensa, López Davidson anunció su renuncia a Arena para enfrentar los procesos judiciales en su contra, y para evitar que el partido sea “usado como instrumento” para atacarlo, o para refugiarse.

“Hoy vengo ante ustedes con mucha responsabilidad a decirles que me aparto de la presidencia de Arena, jamás de mi partido”, aseguró el empresario, quien sostiene es “un buen momento” para definir qué acciones tomará por los “ataques” del presidente Nayib Bukele en su contra.

El pasado 7 de noviembre, Bukele ordenó al ministro de Defensa, René Merino Monroy, interponer una denuncia ante la Fiscalía General de la República contra López Davidson por hurto de armas y estafa agravada a la Fuerza Armada de El Salvador.

La demanda se concretó hasta el 20 de noviembre en contra de la empresa Centrum, donde López es el principal accionista, por un contrato irregular de una permuta con la cartera de Defensa.

 

Tardía

Tras la renuncia de Davidson, hay reacciones encontradas en Arena: todos apoyan su decisión, pero algunos piensan que le tomó demasiado tiempo dejar el cargo.

Julio Fabián, subjefe de fracción,dijo que apoyará a la nueva dirigencia y felicitó al empresario “por la valentía que ha tomado como una persona responsable” que “no quiere valerse de su cargo como presidente del partido y quiere enfrentarse al proceso por sí mismo”.

La diputada Felissa Cristales, abiertamente crítica de Arena y afín al gobierno de Nayib Bukele, publicó en su Twitter que la renuncia “ha sido su mejor decisión”, y subrayó que lo dijo “hace tiempo”.

Gustavo Escalante, diputado tricolor dijo en la misma línea que “debería haberlo hecho hace mucho tiempo”, y sugirió incluso que “ojalá no sea porque ya hay una captura en su contra”, debido al proceso penal.

Pidió además que el nuevo presidente del Coena “demuestre que quiere trabajar por el país” y “dé la orden” de apoyar la aprobación del crédito de $109 millones para la fase 3 del Plan Control Territorial que según el gobierno ha garantizado la disminución de homicidios en el país. Fuentes cercanas al Coena dicen que amigos y compañeros le pidieron deponer el cargo en diciembre. Su lugar será retomado por el vicepresidente de Ideología, Erick Salguero.