Los policías del extinto GRP fueron llevados a tribunales, ayer. / Diego García


La agente de la Policía Nacional Civil (PNC), Carla Ayala, fue asesinada por un arrebato o enojo de Juan Josué Castillo Arévalo, de indicativo “Samurai”, dijo ayer uno de los fiscales de la causa penal en contra de 14 imputados, entre ellos, policías que estaban asignados al extinto Grupo de Reacción Policial (GRP).

El feminicidio agravado es atribuido directamente a “Samurai”, quien es prófugo y pese a que se giró orden de captura, la PNC no lo ha detenido; el fiscal Arturo Cruz expresó que los otros dos agentes del desaparecido GRP que viajaban en la patrulla junto con la víctima, son los principales cómplices.

Según la acusación fiscal, Castillo Arévalo recibió ayuda de otros imputados, quienes lo trasladaron hacia la zona oriental; se trata de Edgardo Alfonso Chavarría Castillo, alias, “Jolota” y Edwin Isaac Esquivel Chávez, señalados de encubrimiento, ya que junto al exagente de la PNC de Ahuachapán, Carlos Alberto Flores Hernández, deportado de Estados Unidos, ayudaron a “Samurai” para salir de San Salvador rumbo a San Francisco Javier, Usulután, el 29 de diciembre de 2017, a las 6:40 de la tarde, horas después de dispararle y desaparecer el cuerpo de Carla Ayala, que meses después fue encontrado.

“Hasta el momento las únicas personas que podrían dar fe, qué originó la lesión a la agente Carla Ayala, son los dos otros imputados que iban junto con ‘Samurai’; por el momento de la Fiscalía sostiene que fue un momento de arrebato o enojo de parte del imputado Josué Castillo que de forma machista le propinó la muerte a la víctima” expresó Cruz.

En este proceso penal, también son acusados el subcomisionado Julio César Flores Castro, exjefe del extinto GRP; el inspector Pablo Antonio Estrada Villalobos, quien la noche y madrugada de los hechos estaba de oficial de servicio; los dos imputados comparecieron ayer para enfrentar la diligencia que no se instaló porque no fue trasladado desde un penal del oriente del país, el hermano de Juan Josué Castillo Arévalo, quien fue de los últimos detenidos por el caso.