El centro de la discrepancia es que la Asamblea Legislativa decidió destinar esos fondos en base a la distribución del Fondo para el Desarrollo Económico y Social para las Municipalidades (Fodes), el cual es entregado con base a criterios de cantidad poblacional pero también pobreza, equidad y extensión territorial.
Muyshondt y otros alcaldes argumentan que debe ser proporcional a la cantidad población de cada municipio y no por criterio de fondo Fodes como fue establecido. Además, que los fondos deben priorizar los municipios más afectados por la pandemia. En ese caso, San Salvador y varios municipios del área metropolitana quedan en desventaja a pesar que concentran más del 50 % de los casos de Covid-19 en el país y además, el mayor impacto en la actividad económica debido a la paralización impuesta por la cuarentena.
Más allá del pleito político y las desafortunadas expresiones subidas de tono, la Asamblea Legislativa debería reconsiderar técnicamente esta distribución y aplicar como base qué municipios son los más afectados por la pandemia.