El ambiente en el día de la inauguración del festival reflejó la mezcla de cautela y emoción por la legalización de la marihuana medicinal en Tailandia, dirigida por una junta militar.

La policía armada se paseaba por el festival mientras sonaban canciones de Bob Marley, los vendedores vendían papel de fumar y pipas, y el olor penetrante de la marihuana flotaba en los márgenes exteriores del recinto.

Los ponentes explicaban a los asistentes todo sobre "las cuatro variedades de cánnabis", o sobre los "controles de calidad" en tiendas con aire acondicionado adornadas con plantas de marihuana.

Los vendedores mostraban abonos, así como equipos de iluminación y de invernadero para quienes buscan cultivar la planta.

La recién graduada Surrerat Ruangnoy dijo que usaba marihuana para ayudar a tratar las migrañas, y agregó que esperaba que el estigma tradicional que rodea a la droga se alivie como resultado de festivales como este.

"En el festival vi a personas mayores, tomé fotos y se las mostraré a mis padres", dijo la joven de 26 años.



- 'Estigma del cánnabis' -

Buriram es el bastión en el noreste del país del Partido Bhumjaithai, que se presentó en las elecciones del mes pasado en una plataforma para legalizar la marihuana y permitir que las familias cultiven seis plantas cada una.

El millonario Newin Chidchob, un miembro fundador del Bhumjaithai que sigue siendo influyente en el partido y dirige el imperio deportivo de la ciudad, presidió el festival.

Le dijo a AFP el sábado que el propósito del acto es ayudar a los tailandeses a "entender y obtener acceso a los beneficios del cánnabis".

El Partido Bhumjaithai es percibido como un socio clave en la formación de una coalición de gobierno después de que en las elecciones del 24 de marzo tanto el partido respaldado por la junta como su principal rival se declararan ganadores.

Los resultados completos de las elecciones se esperan para el 9 de mayo, pero Bhumjaithai ya avanzó que no se unirá a ningún gobierno que no respalde sus políticas.