Después de un año de ser libre, Teodora del Carmen Vásquez, de 35 años de edad, sigue luchando por los derechos de las mujeres que sufrieron emergencias obstétricas y que guardan prisión.

Con una sonrisa en el rostro, Teodora acude a las afueras de Cárcel de Mujeres para dar ánimo a otras que, como ella, recuperaron su libertad recientemente y ahora exige “Justicia para todos”.

Ahora trabaja en la Asociación Tiempos Nuevos Teatro como trabajadora social, llevando medicamentos y dando atención a mujeres presidiaras. Afirma que los 10 años que pasó en prisión fueron difíciles, pero la parte más dura fue cuando le ratificaron la condena el 13 de diciembre de 2017, porque “había perdido la esperanza de recuperar la libertad”.

“La condena había sido ratificada, me había mandado otra vez, el juez, a seguir cumpliendo la condena; uno se hace muchas ilusiones dentro de la cárcel y que le digan a uno que ya no, es como volver a derrumbarse”, afirmó Teodora.

A pesar que el juez ratificó la condena en enero de 2018 las esperanzas regresaron, debido a que sus abogados le informaron que saldría en libertad el 15 de febrero de ese mismo año, por conmutación de la pena otorgada por la Corte Suprema de Justicia (CSJ).

En el momento en que sus abogados le dijeron que saldría en libertad, recuerda, no les creyó. Tomó el documento en sus manos, y lo leyó una y otra vez hasta que se convenció que iba a ser liberada.

Vásquez aseguró que haberse reencontrado con sus padres, María Elena y Juan Fabián Vásquez junto a su hijo, Ángel; fue un momento feliz, pero conciente que jamás recuperaría el tiempo con su hijo. “Mis padres y mi hijo estaban ahí afuera esperándome, y lo primero que él me dijo fue: ‘Esto es lo que estaba esperando durante años, tener una madre’. (...) Me robaron toda la infancia de mi hijo, me robaron 10 años de mi vida y es doloroso aceptar eso”, dijo Teodora.

Dice es un desafío liberar a 18 mujeres que aún están presas acusadas de homicidio agravado, por emergencias obstétricas como la suya. Sin embargo, desde su propia trinchera seguirá luchando.