¿Cuál es el motivo de su visita en San Salvador, entendemos que hay una misión de la OEA que se está reuniendo con grupos de la oposición nicaragüense?

Estamos invitados por la Comisión de Alto Nivel de la OEA que fue conformada hace pocos días para revisar la situación real de Nicaragua y entregar un informe. En Nicaragua nos están asesinando a diario, en Nicaragua hay 139 secuestrados políticos, incluyendo una mujer secuestrada, hay más de 1,500 desaparecidos, el exilio sigue siendo masivo, a diario. Los nicaragüenses están migrando a diario sobre todo al país vecino, Costa Rica, pero tenemos nicaragüenses en Honduras, en Panamá, aquí mismo en El Salvador, y esta reunión es de vital importancia para nosotros para poder dar nuestro testimonio real a la comisión para que pueda emitir un informe y que pueda aplicarse la Carta Democrática al régimen (de Daniel Ortega).

La Carta Democrática es algo que el pueblo de Nicaragua ha estado solicitando, hemos ido avanzando en ese proceso y en la OEA se ha conformado específicamente esa comisión para dar el informe final y tomar decisiones a favor del pueblo de Nicaragua.

Lo que nosotros esperamos es 24 votos de los países que conforman la OEA, 24 y más, para que en su momento, se pueda aplicar el artículo 21 de la Carta Democrática, relacionado a la ruptura del orden democrático de un Estado miembro.

 

¿Qué tipo de testimonios va a escuchar la misión de la OEA?

Van a estar diferentes agrupaciones de opositores todos, excarcelados, campesinos, gente de la sociedad civil; yo soy una excarcelada, soy profesional de la salud y estuve desde la pequeña y mediana empresa defendiendo los derechos de los nicaragüenses.

 

Usted personalmente pasó por la prisión, fue presa política durante varios meses. ¿Cómo fue esa experiencia en las cárceles de Ortega?

Parte de la lucha y este maratón cívico que lleva el pueblo de Nicaragua ha sido terrible, las masacres, los asesinatos, los secuestros, los secuestrados políticos llegamos a ser casi mil, principalmente los líderes de oposición nos secuestraron en el mes de julio de 2018. En mi caso, soy la mujer con más días de prisión, estuve 329 días secuestrada y fui liberada junto a la mayoría de líderes de oposición igualmente, el 11 de junio por una ley de amnistía que el mismo regimen sacó producto de la presión internacional y nacional, del mismo pueblo nicaragüense. Daniel Ortega ha querido demostrar que el pueblo de Nicaragua le quería hacer un golpe de Estado, pero nuestro pueblo ha luchado cívicamente con las banderas, con nuestros símbolos patrios, con nuestra voz, con nuestro amor, es un pueblo en rebeldía y no nos vamos a cansar. A eso él lo llama “golpistas”, “terroristas”, cuando los únicos criminales y terroristas son el régimen Ortega-Murillo.

En Nicaragua impera hoy un narcogobierno terrorista, nos están asesinando, es un crimen organizado, una mafia organizada y sus aliados. No quieren dejar el poder, está tomado por las armas, tienen 60 mil efectivos armados aproximadamente, está la Policía orteguista que secuestra, mata y ejecuta al pueblo de Nicaragua. Está el ejército, que igualmente está alineado a los intereses del régimen y está un grupo armado, los paramilitares, todos con armas de Guerra. Pueden verse a diario en las calles de Nicaragua el asedio, la persecución; han convertido a Nicaragua en una cárcel, toda Nicaragua es una cárcel, nos están asesinando, necesitamos la ayuda de toda la comunidad internacional, no se puede ganar una guerra armada de forma desigual y la única forma que tenemos los nicaragüenses es continuar nuestra batalla cívicamente, nuestra resistencia, nuestra desobediencia ante estos criminales que a diario están asesinando al pueblo.

 

 

¿Cuál es la solución que ve usted a mediano plazo para Nicaragua?

Cierro los ojos y me imagino esa nueva Nicaragua, esa república que nunca ha sido, sueño con una Nicaragua donde todos los nicaragüenses puedan regresar, todos los que están exiliados, las fracturas de las familias. Sueño con una Nicaragua donde exista libertad, donde impere la ley, la justicia, donde podamos construir esa nueva nación donde exista democracia. Para eso tenemos que continuar este maratón cívico, no es fácil, pero tampoco es imposible. Vamos a seguir adelante, parte de nuestra lucha, nuestras protestas, antes de ser secuestrada, durante estuve secuestrada y después han continuado, ahora estamos haciendo lo que yo llamo un “viaje mochilero” ante senadores, congresistas, presidentes, expresidentes, diputados, es pedir ayuda para Nicaragua, que no es una situación de los nicaragüenses, es una situación de América y del mundo, ya que esta es una lucha entre la vida y la muerte, el derecho a la vida es universal y no tiene fronteras. Realmente esperamos de la comunidad internacional que apliquen lo que les corresponde, esperamos de cada país sanciones, de Estados Unidos, de la Unión Europea, de Canadá, bloqueo absoluto al régimen y a sus familias, sanciones a los magistrados, al ejército, a la policía, a los jueces que nos condenaron.

 

 

Concretamente ¿qué esperaría del Gobierno salvadoreño?

Esperaría del presidente Nayib Bukele que se solidarice con un informe definitivo a favor del pueblo de Nicaragua, que esperamos que nos pueda recibir en algún momento, sabemos que en este momento no está en el país, y esperamos que el Gobierno de El Salvador pueda, en las diferentes organizaciones a las que pertenece, dar su voto a favor del pueblo de Nicaragua y que dé su testimonio claro y real, que dé a conocer a los ciudadanos salvadoreños lo que vive Nicaragua, un país en Estado terrorista, es una cárcel, secuestrados detrás de los barrotes, en celdas de aislamiento en las que yo estuve y puedo dar testimonio de eso, los golpes, las violaciones, las torturas psicológicas y físicas que realizan los adeptos del régimen dentro de las cárceles.

Esperamos del presidente Bukele y de todo su Gobierno, declaraciones firmes hacia lo que está viviendo nuestra patria natal Nicaragua.