Gasta lo que necesites, pero guarda los recibos. Un orador tras otro se explayó sobre este tema y sus objetivos durante un debate organizado por la Open Government Partnership al margen del 75º período de sesiones de la Asamblea General de la ONU. Se destacaron principios como la transparencia, la responsabilidad, la participación, la confianza, la comunicación y la inclusión como componentes críticos para la gobernanza eficaz de los paquetes de estímulo y los esfuerzos para responder a la pandemia del COVID-19.

Transparencia, participación, comunicación, inclusión, son claramente parte de la deuda que líderes del ministerio de salud de El Salvador tienen con su pueblo. Muy a pesar de un refinado y aceitado aparato de propaganda, que pretende ensalzar los logros de este gobierno, la respuesta sanitaria y su gobernanza, orquestada por este gobierno ha sido caracterizada por una profunda incompetencia, especialmente en los temas de transparencia, comunicación, e inclusión ciudadana.

Angela Merkel, Canciller de Alemania, subrayó la importancia de la confianza, que según ella requiere conversaciones continuas, transparencia y decisiones basadas en la ciencia y los hechos. El público, dijo, espera que las decisiones se guíen por los valores fundamentales y los derechos humanos, y subrayó que la democracia depende del diálogo abierto. En El Salvador, en ningún momento de esta pandemia ha existido un dialogo abierto. Durante mas de 365 días de pandemia, la comunicación ha sido vertical y dirigida con la intención de generar miedo, aterrorizando la población con el fin de facilitar aceptación al encierro y generación de pobreza.

El ataque constante a la ciencia y los hechos, tratando de justificar las medidas sanitarias erróneas, ha seguido lecciones y estrategias de líderes populistas fallidos como Trump y Bolsonaro. Esto ha sido complementado por un férreo ataque intimidatorio a los medios de comunicación, por supuesto también siguiendo las guías de gobiernos populistas, como los anteriormente mencionados. La única diferencia, ha sido la opción que este gobierno ha tenido para esconder casos y muertes. Los presidentes, tanto de Brasil como los Estados Unidos, no tuvieron esa opción, y lideran a nivel mundial y latinoamericano con numero de casos y muertes debidas al COVID-19.

“La información debe comunicarse de forma transparente, precisa y oportuna. El coronavirus ha demostrado la necesidad de mejorar la comunicación de los riesgos como componente del control de los brotes y como estrategia para reducir las repercusiones sanitarias, económicas y psicosociales de las grandes enfermedades infecciosas.” Predica la Organización Mundial de la Salud (OMS). El MINSAL, durante los últimos 22 días del mes de febrero, ha producido información en su sitio web únicamente en once ocasiones. 50 porciento de este periodo de tiempo, la máxima autoridad sanitaria del país ha evadido su responsabilidad de informar a la población sobre el estado de la pandemia en el país.

El último informe de la Corporación de Municipalidades de la Republica de El Salvador (Comures), reporta mas de 5 mil muertes por COVID-19, tres veces mas muertes que las reportadas por el MINSAL. Con este dato, se puede deducir, ya sea utilizando la tasa de mortalidad global (2.21%) o la tasa de mortalidad del país (3.08%), que la cantidad de casos en nuestro país es tres o cuatro veces mayor que la que actualmente reporta el MINSAL, ubicándonos con ello solamente bajo Panamá, quien lidera el número de casos en la región de Centroamérica. Así como que nuestro país exhibe la mortalidad y riego de muerte del personal de salud mayor de Centroamérica y solo por debajo de México a nivel de Latinoamérica. ¿Pero que nos ha pasado?

¿Porque la población y sociedad civil ha permitido esta evidente falta de transparencia gubernamental durante esta crisis sanitaria? Es una pregunta sin respuesta, y que va más allá de mi imaginación y comprensión. Indudablemente hay mas de 5 mil familias diseminadas por nuestro territorio, que con mayor razón se lo estarán preguntando. Es un hecho que ha prevalecido una incapacidad para escuchar, y un sentimiento generalizado de omnipotencia. Y me temo, que de repente nos tengamos que tragar en un futuro, aquellas palabras de Hegel: “el búho de Minerva solo levanta el vuelo al atardecer”.