Luis Rodríguez, comisionado presidencial de Proyectos Estratégicos, lidera el proyecto del Tren del Pacífico / Óscar Machón


El Tren del Pacífico no solo buscará conectar los enclaves productivos de El Salvador sino también integrarse a la región de Centroamérica en la movilización de mercancía y personas, aseguró Luis Rodríguez, comisionado presidencial de Proyectos Estratégicos.

El Gobierno salvadoreño lanzó esta semana la consultoría para estudiar la viabilidad de un tren para la movilización de mercancía y pasajeros a cargo del experto ferroviario, Camilo García y parte del equipo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). El proyecto es un eslabón del Plan Pacífico, que incluye la construcción de un nuevo aeropuerto en La Unión así como modernización de los actuales puertos y aeropuertos.

Si bien en el estudio se determinarán las fases de construcción del Tren del Pacífico a través de los nodos productivos, aseguró Rodríguez, la visión del Ejecutivo es interconectar la línea con las fronteras terrestres, puertos y aeropuertos. El tema ya se comenzó a discutir con el Sistema de Integración Centroamérica (SICA) para revisar los protocolos de declaración de mercancía mediante medios de transporte ferroviarios.

“Si nosotros queremos una integración regional, tenemos que tener las condiciones para poderlo hacerlo (…) El Salvador tiene que comenzar a ver hacia afuera, en todo aspecto, y sobre todo en los aspectos logísticos y de movilidad”, manifestó.

Se estima que una línea férrea por San Salvador se beneficiarían a unas 89,000 empresas. Con los resultados del estudio, sumó Rodríguez, se determinará si la construcción del tren arrancará de la región occidental, donde por hoy se concentra la mayor actividad productiva, o se extiende a oriente.

Junto a El Salvador, Guatemala y Panamá lideran sus proyectos nacionales para construir un tren. Además, las autoridades salvadoreñas retomaron las negociaciones con navieras para establecer el ferry con Costa Rica, proyecto inconcluso de la anterior administración de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) pese a que tomó realce en 2018 por el bloqueo al tránsito de mercancía durante la crisis política de Nicaragua.

El consultor señaló que el estudio, previsto para entregarse a mediados de 2020, también permitirá definir qué tipo de tren establecer (híbridos y magnéticos), posibles sitios de estación, costo del proyecto y rentabilidad. García inició la elaboración de los términos de referencia de la consultoría con reuniones con instituciones públicas y la Cámara Salvadoreña de Construcción (Casalco), en donde observó una “visión de que todo el mundo quiere empujar el proyecto”, aseguró.

Velocidades

La rentabilidad y competitividad de un tren dependen de la velocidad y señalización de las líneas férreas. Sin embargo, la red ferroviaria de El Salvador data de 1874, cuando ingresó el primer tranvía, y se dejó de utilizar en 2002. Desde entonces no se da mantenimiento, además del asentamiento de grupos poblaciones.

El consultor calculó que con las actuales líneas férreas se alcanzaría una velocidad de ocho kilómetros por hora, cuando en proyectos metropolitanos para pasajeros tiene una media de 100 kilómetros por hora y 60 para la movilización de mercancía.