Aixa relató a Diario El Mundo que su carrera deportiva inició con natación, pero practicaba todos los deportes, es más, participó en campeonatos de voleibol a nivel centroamericano, pero su vida como triatlonista inició a los 23 años. Ella corría por diversión, luego se compró una bicicleta de montaña y sintió que su pasión estaba en tres disciplinas. Fue invitada a una competencia de triatlón, pero tuvo un accidente que la apartó de la competencia.
“Me caí fue en ese momento que me detectaron mi problema con la espalda, pero no sentía dolor, me hicieron radiografía y me dijeron que dejara de hacer bicicleta de montaña y que me pasara a ruta, además de triatlón hacía crossfit y tuve una lesión y ahí se me disparó el problema”. En 2014, Aixa se sometió a una operación de espalda para poder corregir el daño.
Luego, en 2017, la atleta volvió a recibir la noticia de la necesidad de operación porque la espalda estaba “defectuosa”. Tras la intervención, “a los 15 días de operada me dieron luz verde para empezar a nadar y eso me ayudó mucho a fortalecer la espalda, pensé que solo me iba a quedar nadando, pero al mes ya estaba andando en la bicicleta de rodos en la casa. A los siete meses de la cirugía estaba completando medio Ironman y luego dos años después pude hacer un Ironman completo”.
Para la Ultra Triatlón en León, Aixa decidió que ya estaba lista para superar las barreras, su misión era completar la carrera, pero según ella, nunca se imaginó que haría una hazaña. “El tercer y último día de la maratón me dicen que yo estaba rompiendo el récord mundial y yo dije “¿qué es esto?” Estaba desanimada porque estaba lloviendo muy fuerte y estaba congelada, paré a tomarme una sopa para calentarme, pero dije bueno es el ultimo día caminando, termino y no importa la hora. Ahí fue donde se me acercó el organizador y me dijo ‘Aixa, dale que estás rompiendo el récord mundial’, y me dio motivación porque me faltaban 22 kilómetros todavía para terminarla”.
“Cuando crucé la meta pensé que no lo había logrado porque me había dicho él (el organizador), ‘tenés que llegar justo a las 15 horas, pero llegué 12 minutos tarde, pero él me mintió porque superé el récord por 28 minutos y eso que paré 7 u 8 minutos por cada hora, porque no tuve ayuda”.
En el momento más vulnerable de la competencia Aixa contó que un atleta de la competencia la ayudó a continuar. “Daniel de Oliveira me ayudó, porque ese día comí algo que me cayó mal, vomité, mi estómago no estaba estable y comenzó a llover. La temperatura cambió mucho y sentía frío y paré, me fui a cambiar de ropa porque estaba lloviendo fuerte, pero él me agarró del brazo y me dijo: ‘te voy a acompañar, tú lo vas a conseguir’”.
Su presente
Aixa ha viajado a Brasil a aprender más de la triple disciplina y ella menciona que la han invitado para competiciones de otros países, sin embargo los gastos son elevados y sólo se mantiene con patrocinios. “No he tenido apoyo, solamente en Paravida donde se preocupan por mi salud haciéndome chequeos. Me van a ayudar a capacitarme para ver si consigo patrocinios”.
“Recibí una felicitación de Yamil por redes y ojalá que con eso una institución privada se interese porque no planeo detenerme en seguir conquistando nuevos retos, y seguir llevando a El Salvador a todos lados del mundo y romper mas récords si se puede”.
