Desde Guatemala a Costa Rica, la región centroamericana afronta enormes desafíos que auguran un difícil panorama durante el año que estamos iniciando.

Guatemala estrenará presidente el 14 de enero y hay muchas incógnitas de cómo Alejandro Giammattei enfrentará el enorme reto de la violencia y el crimen organizado en su país. La gran ventaja de Guatemala es que su empresa privada no abandona su país, pese a todas las tormentas políticas.

En Honduras, el gobierno autoritario de Juan Orlando Hernández llega a la mitad de su segundo periodo con una fuerte presión internacional para que combata la corrupción endémica y el narcotráfico que se ha infiltrado hasta en la propia familia del gobernante. Hay que preguntarse si Honduras logrará recuperar su institucionalidad democrática o profundizará el modelo autocrático actual.

En Nicaragua, la dictadura de Daniel Ortega sigue intensificando la represión y pisoteando cualquier resquicio de libertades públicas y derechos humanos esenciales. La oposición tiene el desafío de unificarse y encontrar estrategias para acabar con ese regimen oprobioso, una dictadura militar corrupta que es una vergüenza para la región.

Costa Rica tiene graves problemas fiscales que auguran dificultades que nadie hubiera pensado. Ojalá encuentren un camino para resolverlos sin mayor trauma.