Excavar una catacumba en la Universidad de El Salvador (UES) para recuperar los restos de dos estudiantes que fueron enterrados en la plaza Salvador Allende de la facultad de Medicina, es el único camino que permitirá a dos familias cerrar las heridas que dejó el conflicto armado salvadoreño.

Son 40 años los que han esperado las familias de los estudiantes Raúl Hernández y Carlos Arias para enterrarlos en un lugar donde puedan llevarles flores.

Los familiares pidieron privacidad a la prensa para llorar su luto, debido a que el Gobierno de la época no les entregó los cuerpos de los estudiantes considerados miembros de movimientos revolucionarios.

Desde hace 13 días, el criminalista e investigador de la Fiscalía General de la República, Israel Ticas, aplica la técnica de excavación de catacumbas, por primera vez en El Salvador.

Ticas busca el punto exacto donde están las bóvedas de cemento que resguardan los restos de Raúl Hernández, supuestamente asesinado por un grupo de seguridad estatal y Carlos Arias, que murió en un accidente de tránsito tras una persecución.

“Esta es una técnica de arqueología que permite buscar ya sea tumbas o restos humanos a través de túneles, por ello se le llama catacumba, en este caso nosotros hemos utilizado esta metodología para no dañar la superficie de la plaza Salvador Allende de acá de la Universidad por ser un icono histórico”, explica Ticas mientras busca sus herramientas para excavar.

El especialista asegura que utilizar ese método arqueológico para remover la tierra le facilita la búsqueda de los restos, debido a que no alterará la infraestructura de la plaza, pero encontrar los cuerpos es la tarea más “difícil”, porque no tienen un lugar específico donde está la fosa común.

“Solo tenemos indicios a través de una fotografía que nos proporcionaron donde aparecen unas flores y un pequeño monumento”, dice Ticas.

Dos metros de profundidad y un metro de ancho es el espacio que mide la catacumba para que los trabajadores del Ministerio de Obras Públicas (MOP), que laboran sacando la tierra ingresen a través de 10 gradas que dan acceso al laberinto de ocho metros de longitud.

Según el fiscal del caso, el especialista Israel Ticas decidió cambiar el rumbo de la excavación de la catacumba que hasta ayer estaba siendo realizado de norte a sur y se empezará a socavar la tierra, de oriente a poniente al menos cinco metros más.

“Esperamos encontrarlos esta semana ya con toda seguridad porque de acuerdo a los testigos, los restos sí se encuentran en esta plaza, pero dada las condiciones y el lugar ha sido complejo”, señala el fiscal.



El proceso para encontrar los cadáveres inició el 15 de febrero de 2019, tras una denuncia que interpuso Olga Hernández, por el asesinato de su hermano, Raúl Hernández que era conocido como el “Comandante Marcos”.

Hernández era dirigente del movimiento político Frente Universitario Salvador Allende (Fuersa). El joven era estudiante de doctorado en medicina de la UES y fue asesinado el 6 de marzo de 1980, en Santa Ana, luego de ser capturado por la Policía Nacional, mientras sostenía una reunión con organizaciones sociales.

“En investigación estábamos cuando recibimos la denuncia de otro hecho que sucedió en el contexto del conflicto armado como lo es la muerte Carlos Arias, quien murió el 9 de marzo de 1980; se presume que pudo haber sido un accidente de tránsito pero los denunciantes tienen dudas porque también era dirigente de Fuersa”, asevera el fiscal. Arias habría muerto en un accidente de tránsito tras una persecución a las afueras de la universidad.

El 22 de mayo de 2019, los peritos de Fiscalía y de la División de la Policía Técnica Científica (PTC) de la Policía Nacional Civil (PNC), realizaron la primera inspección para determinar la dificultad del terreno para recuperar las osamentas de ambos.



De acuerdo a Ticas después de esas inspecciones, hicieron una carpeta técnica para determinar el método, tiempo de ejecución y los materiales que ocuparían y en agosto del año pasado el Ministerio Público solicitó al Juzgado Décimo Primero de Paz, iniciar las exhumaciones.

El 10 de enero reciente, fueron juramentado los especialistas para la excavación y el 16 de ese mismo mes iniciaron las obras, donde preliminarmente trabajaron con el método de excavación arqueológica paralela a la fosa de restos (esta técnica consiste en hacer una excavación contiguo a donde están sepultados los restos para mantenerlos intactos).

 

 

En la UES

¿Cómo hacen la catacumba?

 

A través de la técnica de

planimetría se representaron los detalles de cómo habrían sido enterrados los cuerpos de los estudiantes en 1980. Posteriormente se determinó que utilizarían la técnica de catacumbas y el diseño de una recámara para llegar a las osamentas sin dañar la fosa.