En este sentido, el anunciado bloqueo de las señales telefónicas constituye solo el más reciente ejemplo de una necesaria colaboración y coordinación entre el sector público y la empresa privada, que además ya se ha llevado a la práctica en otras épocas y coyunturas.
El gobierno necesita coordinar la ejecución de sus políticas públicas con la empresa privada la que podría sumarse a los esfuerzos gubernamentales.
Buenas comunicaciones, razonable coordinación público-privada y transparencia en el manejo de los fondos estatales invertidos en seguridad, son algunos de los factores de éxito en esta lucha contra la delincuencia, en la que cada sector tiene su parte de responsabilidad y la empresa privada juega un rol fundamental.