Los seres humanos hemos sido capaces de grandes logros científicos a lo largo de la historia. En los últimos 50-60 años hemos visto al hombre pisar la luna y enormes avances científicos. Pero también hemos enfrentado enormes desafíos como la sobrepoblación, las guerras, las pandemias, las crisis económicas, los problemas energéticos y la crisis del cambio climático.

Muchos de esos problemas los hemos causado los seres humanos. La codicia, la irresponsabilidad, la desconsideración, la desigualdad, la falta de planificación, la corrupción y otros males más que provoca la humanidad, son la causa de esos males y muchos más.

Ahora estamos enfrentando el mayor desafío sanitario en un siglo y ayer tuvimos muy buenas noticias precisamente gracias a esos avances científicos. Es probable que pronto -en un año- tengamos una vacuna y el coronavirus sea un episodio macabro y doloroso de nuestra historia que habremos superado.

El problema es precisamente ese. Que las vacunas tardarán mucho para la humanidad que siempre piensa en el día que vive. Desgraciadamente, la ola de contagios y fallecidos continuará, pero también hay esperanza de salir adelante, como vemos en muchos países que después de tanto sufrimiento, finalmente logran controlar los brotes y están poco a poco resurgiendo, volviendo a la vida con una “nueva normalidad”.

Para eso se requiere disciplina y consideración hacia los demás, algo que usualmente no practicamos en esta sociedad. La vacuna llegará, seguramente, pero la irresponsabilidad, la indisciplina y la desconsideración hacia el prójimo con algo tan elemental como el uso de la mascarilla, nos seguirá dando problema sino lo corregimos. Cuidado con eso.