Desde hace muchos años, salvadoreños que viven en el exterior y que tuvieron que abandonar nuestro país por violencia, en búsqueda de empleo o reunificación familiar han pedido y desarrollado muchos esfuerzos por poder tener ese derecho constitucional; ya existe una sentencia de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y un mandato a la Asamblea Legislativa para que desarrolle la legislación respectiva pero han pasado más de tres años y no cumplieron la sentencia y ahora el presidente de la República vetó el decreto como parte del control entre órganos, todo esto tiene a la base el incumpliendo de plazos, y la falta de voluntad de ponerse a trabajar lo más pronto posible; en El Salvador se está haciendo costumbre que el plazo que establecen las sentencias de la Sala de lo Constitucional sirve para a última hora presentar algo o lo que salga.

El escenario actual es el vencimiento del plazo en este caso 27 febrero 2020 para legislar, pero es un derecho fundamental y no aplica el vencimiento de esta fecha, hay que cumplir la sentencia y conocer qué opina la Sala de lo Constitucional; el voto en el exterior es un derecho ratificado por el máximo tribunal en materia constitucional, ante la falta de legislación no la puede aplicar el Tribunal Supremo Electoral porque no pueden decidir como tribunal a quién le van aplicar el voto, esa es una competencia de la Asamblea Legislativa por reserva de ley.

¿Cómo se va a legislar si nadie se ha preocupado por conocer los detalles y condiciones en que se encuentran nuestros hermanos para votar por internet?, por medio electrónico o continuar postal, no deberíamos ser tan simples para decidir por ellos, se deben de facilitar las condiciones de acuerdo a la realidad de ellas y ellos en el exterior. Ya existe un excelente estudio del PNUD del año 2012 que se debería de retomar y luego de ocho años no existe otro esfuerzo en esta dirección.

Los denominados “hermanos cercanos” han sido y siguen siendo importantes para sostener la economía con sus remesas, que es similar al presupuesto general de nuestra nación, por décadas han sostenido y sido soporte económico de su país, pero para votar y ejercer su derecho, se les quiere complicar el camino, requisitos absurdos; al inicio expuse al menos tres causas de su salida de su tierra natal. Todo regresará a la Sala de lo Constitucional que luego de tres años que no se ha trabajado por cumplir la sentencia, ¿qué justificación tendría en avalar que se queden una elección más sin poder votar de manera completa por diputados y alcaldes?

Uno de los mayores desafíos y retos es una fuerte campaña de promoción y publicidad para que todos nuestros hermanos en el exterior y en el país sepan lo que tienen que hacer, pero a un año de las elecciones, no se le ha entregado el presupuesto al Tribunal Supremo Electoral.

No hay campaña cívica fuerte por debilidad en el presupuesto porque no se le asigna al TSE lo que se requiere. El calendario electoral sigue corriendo y se están generando retrasos que van a pasar factura el día “D” y los fallos siempre se le atribuyen al TSE cuando solicitaron en tiempo los recursos y presentaron un Plan General de Elecciones con su debida planificación, actividades específicas con toda la organización y responsables de la ejecución.

Hagamos que el TSE cumpla con su nombre y que sea “supremo” porque se toman en cuenta y se le da prioridad a sus recomendaciones técnicas y a las solicitudes presupuestarias.