Hace siete años, Eduardo Zacapa tuvo la iniciativa de sacar la semilla de un cacao que data de la época de su bisabuelo, en 1870. Inició con un pequeño vivero de 400 plantas en medio de un cafetal, administrado por su padre y hermano. Ahora, su cacao es considerado uno de los 50 mejores del mundo, según el Salón de Chocolate en París.

De profesión es administrador de empresas, Zacapa recuerda claramente la primera vez que vio una mazorca de cacao en la finca de su familia. Sin conocer sobre su cultivo, se animó a crear un vivero que “en su momento fue dinero. Yo empecé a sembrar cacao por hobby (pasatiempo). A mí me llamó la atención”, dijo.

Cinco años después, construyó un vivero de 2,00 plantines, siempre en medio del cafetal. Dos años más tarde, creció a 4,000 árboles y “tuve que sustituir el café por el cacao”. Actualmente, tiene unas 7,000 plantas en cinco manzanas, a una altura de 1,100 metros sobre el nivel mar.

Hace dos años, el productor inició una relación de apoyo con la Asociación de Municipios Sierra Tecapa Chinameca (Asitechi), Lutheran World Relief (LWR) y Censalud, con quienes se capacitó para sostener los cultivos y productividad.

“Desde que empecé a sembrar cacao y empecé con mis amistades a mirar mi cacao, ha habido una motivación para que la gente empiece a sembrar. Hay mucha gente que me decía ‘nombre, qué vas hacer con ese cacao’, pero hoy, que ya gané, varios quieren seguir cultivando”, manifestó.

Previamente, Zacapa había participado en competencias de excelencia de cacao en Francia, Andalucía en España, y Amsterdam.