Un grupo de abogados salvadoreños manifestaron que sería inoportuno y riesgoso un impulso de una reforma a la Constitución de la República de El Salvador en la coyuntura actual.

Los profesionales participaron este martes en el foro "Valoremos nuestra Constitución", organizado por la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), el Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional (IIDC), la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), fundación Democracia, Transparencia y Justicia (DTJ) y Centro de Estudios Jurídicos (CEJ).

La presidenta de la DTJ, Claudia Umaña, sería un ensayo aventurado y una falta histórica ya que no se cumplen ciertas condiciones en la realidad actual.

"Si se llegara a sucumbir a esa tentación, sería como los cantos de sirenas que cuando los marinos las escuchaban se dejaban embaucar con sus voces melodiosas", dijo Umaña, quien calificó la democracia plural como la forma de gobierno más exitosa que se antepone a cualquier estado totalitario y cualquier monopolio de información.

Según la abogada la inexistencia de una visión compartida sobre el fortalecimiento de un entramado constitucional institucional y la ausencia de un debate respetuoso y reflexivo hacen inviable una reforma a la Constitución.

Javier Castro, director del Departamento de Estudios Legales de la Fusades, indica que las reformas no pueden verse a la ligera y no deben obedecer a motivos coyunturales.

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"Sería muy riesgoso para la democracia que quien promueva una reforma constitucional sea justamente quien está violando la Constitución", expresó Castro, quien advierte que los problemas de El Salvador no se deben a la Constitución sino al irrespeto a la misma y que se debe tener cuidado por los antecedentes ocurridos el domingo el 9 de febrero de 2020.

Castro aseguró que solo puede haber una reforma parcial a la Constitución de la República porque hay límites materiales porque hay cláusulas que no pueden reformarse.

El artículo 248 de la Constitución reza que "no podrán reformarse en ningún caso los artículos de esta Constitución que se refieren a la forma y sistema de gobierno, al territorio de la República y a la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República".

"Dentro del proceso de reforma constitucional casi se puede reformar todo salvo esas tres cosas, que tocan el núcleo de la democracia", explicó Castro. Añadió que una reforma total de la Constitución sería un disparate jurídico.

Para el abogado Humberto Sáenz, la Constitución está bien hecha aunque es perfectible. Sin embargo, actualmente es vista como un obstáculo por parte de las autoridades actuales. "Ese discurso ha comenzado a permear en la ciudadanía", advirtió.

Actualmente, indicó la abogada Ruth López, se percibe "un deterioro democrático" que no está relacionado con el agotamiento de la Constitución de la República.

El 9 de junio de 2020, el vicepresidente de la República, Félix Ulloa, expresó que la discusión sobre la reforma constitucional “no se va a hacer en la Asamblea Legislativa” sino en una comisión plural con una visión de futuro sobre el país que quiere.