El kilogramo de azúcar salvadoreña se exporta a su precio más alto en al menos 14 años, de acuerdo con el Banco Central de Reserva (BCR). Sin embargo, la mejora no endulza a los productores, quienes lamentan que aún los costos de cultivos se encuentran por arriba de los valores previo al conflicto en Ucrania.

El precio a futuro del azúcar en el mercado mundial despuntó a su mejor valor en 12 años en octubre pasado debido a una menor cosecha en los países productores -como Brasil que se enfrenta a una severa sequía-, que hace temer una escasez más profunda ya que en los últimos años hubo un déficit en la oferta.

Según el BCR, el precio promedio del kilogramo de azúcar exportado fue de $0.61 en enero de 2024, un valor no visto en 14 años.

Desde 2010, el mejor precio se registró en 2012 cuando se logró vender el kilogramo a $0.5301. En la siguiente década se mantuvo entre $0.3196 y $0.4725.

El azúcar es el principal producto agrícola de exportación y en enero pasado logró escalar al primer puesto en la canasta total, superando incluso a las camisetas que mantenían la corona como el primer artículo de exportación de todo el tejido productivo.

Solo en enero se exportaron $60.80 millones, $27.9 millones adicionales a los $32.8 millones reportados en el mismo período de 2023 y equivalente a un crecimiento de un 85 %.

En enero de 2023, el precio promedio de kilogramo fue de $0.5092, es decir, que para el mismo mes de 2024 ha crecido un 22 %.


Productores no perciben alza.

Óscar Orellana, presidente de la Asociación de Productores de Caña de Azúcar de El Salvador (Procaña), explicó que el incremento en el mercado internacional no se traslada a los cañeros locales, quienes aún cultivan con insumos caros.

“Ha habido una mejoría en el mercado internacional que es adonde se va el 65 % de nuestra azúcar, pero, en cuánto si hemos sentido los beneficios es bien poco porque han subido los insumos agrícolas como fertilizantes, combustibles y mano de obra, entonces el margen de rentabilidad para el productor es casi el mismo aun con los precios anteriores”, señaló Orellana.

El Salvador es un importador de los insumos agrícolas, que en 2023 superaron los $99.9 millones, una cifra que disminuyó un 43.1 % respecto a 2022, pero que se mantiene por arriba de los valores reportados previo la invasión rusa en Ucrania cuando las compras rondaban los $73.5 millones en 2021.

El sector agrícola sufrió un fuerte aumento en los costos de producción en 2022 debido a que Rusia es uno de los grandes proveedores mundiales de fertilizantes, pero con el conflicto en Ucrania se interrumpieron los intercambios y, además, el precio del crudo se disparó por el temor a un desabastecimiento.

Procaña indicó que los insumos aún se compran un 25 % más caros, pero que en 2024 han notado cierta normalización.

El líder gremial espera que el precio del quintal de azúcar en el mercado mundial se mantenga, donde ha oscilado entre $22 y $23.