La Fiscalía acusó a Carlos Alberto Portillo Vásquez, el conductor de la rastra, por los delitos de homicidio culposo, lesiones y conducción peligrosa, en perjuicio de 22 víctimas. Los fiscales del caso pidieron que sea procesado, manteniendo la medida de la libertad, en la que se puso desde el pasado 17 de marzo, tras las exigencias de la población en redes sociales.
Los fiscales también acusaron a Álvaro Ibáñez Ticas, el representante legal de la empresa Andrade S.A. de C.V. y al dueño de la misma, Raúl Antonio Andrade Hernández; ambos por los delitos de homicidio culposo y lesiones culposas. Para los dos, la FGR pidió que sean procesados bajo detención, sin embargo, el dueño reside en Estados Unidos.
Sobre la relación de los hechos acusados, los fiscales del caso no brindaron declaraciones a los periodistas, ni tampoco el juzgado, ya que la información solo es entregada a la unidad de prensa de la Corte Suprema de Justicia.
Los abogados que se mostraron parte en el caso explicaron que tampoco podían dar declaraciones a los periodistas, ya que han llegado a un acuerdo con la aseguradora, debido a que “el caso se ha politizado”.
La audiencia inicial fue programada para el próximo viernes 31 de marzo a las 9:00 de la mañana.
Los supuestos desperfectos mecánicos de una rastra arrancaron los sueños de Edwin Vargas y su familia, ayer, quien murió en el accidente del bulevar Los Próceres. / Francisco Valle.
La tragedia.
El pasado 14 de marzo, cerca de la 1:00 de la tarde, una rastra con aparentes desperfectos mecánicos colisionó con 33 vehículos en el inicio del bulevar Los Próceres, en el límite de los municipios de Antiguo Cuscatlán y San Salvador.La rastra de la empresa Andrade S.A. de C.V. impactó directamente contra un vehículo donde se conducía Edwin Otoniel Vargas Flores, de 41 años de edad, comprimiendo el carro y provocando la muerte instantánea del salvadoreño.
En otro de los automotores viajaba el subinspector de la Policía Nacional Civil (PNC), Luis Alfredo Deodanes, quien murió debido a la gran cantidad de fracturas y daños en ambos pulmones. De igual forma, un número de al menos 15 lesionados.
En total, unos 33 vehículos fueron colisionados, dejando daños leves, pero otros fueron reducidos a chatarra. Días más tardes, el Ministerio de Obras Públicas aseguró que la rastra no tenía desperfectos mecánicos y que su segunda hipótesis a investigar era la excesiva velocidad.