El vicerrector de Proyección Social de la Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas" (UCA), Omar Serrano, aseguró durante la conferencia de prensa que "implementar la minería metálica sería el tiro de gracia para nuestro ambiente” pues el país se encuentra al borde del "estrés hídrico" o la poca disponibilidad de agua para la población.
"Somos el segundo país más deteriorado de América Latina solo después de Haití, somos el único país que está al borde del estrés hídrico. El 90 % del territorio salvadoreño está calificado por especialistas como territorio de riesgo y en ese territorio viene el 94.5 % de la población".
Omar Serrano, vicerrector de Proyección Social de la UCA.
El presidente de Cesta, Ricardo Navarro, explicó este lunes en Diálogo 21 que para la extracción de un gramo de oro, se necesita entre 1.5 y 3 metros cúbicos agua, por lo que, "con todo el oro que el presidente quisiera sacar, tendríamos que tener un equivalente a 190 veces el agua que consumimos en viviendas, industria y agricultura".
El ambientalista explicó que se requiere grandes cantidades de agua porque a diferencia de otros países "el oro está metido en rocas".
Por su parte, las organizaciones señalaron que la extracción del material precioso no será "para beneficio de los sectores empobrecidos" del país, "sino para proteger los intereses de los países ricos", mientras que el pueblo asume "los daños" de la misma.
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Las oenegés explicaron que en el proceso de extracción del oro se realiza la "lixiviación" en la que se usan "grandes cantidades" de agua, cianuro y otros químicos, lo cual pondría en riesgo la calidad del agua de los ríos que nacen principalmente en la zona norte del país en donde estarían "los yacimientos de oro".
"El oro se lo llevan las empresas mineras y el pueblo asume los daños por la contaminación del agua, el aire, el suelo, la biodiversidad y la salud".
Organizaciones en conferencia de prensa.
Las organizaciones aseveraron que en El Salvador aún no han sido tratadas adecuadamente 15 minas que fueron abandonadas luego de la vigencia de la Ley de Prohibición de la Minería Metálica, pese a que está obliga "al Estado a cerrar las minas abandonadas" porque con el drenaje ácido se puede "contaminar la cuenca" del Río Goascorán y del Río Grande de San Miguel.
En este sentido, estas condiciones podrían impactar en la vida de las mujeres que realizan trabajo de cuido en su casa y que utilizan el recurso hídrico y son "las principales afectadas por la contaminación por minería metálica".
Además, señalaron que las condiciones geográficas del país hacen que la minería metálica sea "inviable en El Salvador" porque "las razones de fondo siguen vigentes" debido a las condiciones de vulnerabilidad.
El comunicado fue firmado por la Mesa Nacional Frente a la Minería Metálica, el Movimiento Ecofeminista, la Alianza Nacional contra la Privatización del Agua, la Mesa Permanente para la Gestión de Riesgos, la Mesa por la Soberanía Alimentaria, Sé Ambientalista, La Vía Campesina, Colectiva Epu, Caminata Ecológica, Foro Ecuménico de El Salvador, Asamblea de los Pueblos por la Igualdad y UCA.
La semana pasada, las organizaciones pidieron al mandatario mantener la prohibición de la minería y el fin de semana se sumó a la petición el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, quien pidió al gobierno recapacitar su intención de retomar la minería.
El 27 de noviembre, Bukele afirmó en X que le interesa avanzar en la explotación de oro en El Salvador para apostarle a la generación de empleos, financiar infraestructura e "impulsar el desarrollo de las economías locales".