Inundación del Bajo Lempa por el paso de Iota. /Óscar Machón


Los productores de granos básicos, así como de verduras y frutas, temen que Iota deje el doble de pérdidas que las ocasionada por el huracán Eta, que azotó Centroamérica hace apenas dos semanas.

Iota llegó el miércoles al territorio salvadoreño y se degradó a una depresión tropical, luego de dejar una secuela de inundaciones, muertes y daños en infraestructura en Nicaragua, Honduras y el caribe de Colombia. Este nuevo ciclón amenaza con agravar la situación en zonas productivas de El Salvador, ya devastadas por las lluvias generadas a inicios de noviembre por Eta.

El sector agropecuario ya reportaba pérdidas por $8 millones por Eta, $2 millones en afectaciones a los cultivos de frijol y $6 millones en hortalizas y frutas.

Luis Treminio, presidente de la Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Campo), recordó que el frijol es sensible al exceso de lluvias pues comienza a generarse hongos o se pudre. Incluso, el grano en el ejote está sacando nuevas raíces.

“Los daños no los hemos cuantificado (…) pero podrían ser peor que los dejado por Eta”, advirtió el líder de la gremial.

Los $2 millones en pérdidas por Eta en los cultivos de frijol corresponden al precio que se habrían vendido unos 59,435 quintales que se dañaron, según estimaciones de Campo. La gremial, que representa unos 125,000 productores a nivel nacional, reporta que Santa Ana y Ahuachapán son los departamentos con más daños, además de Chalatenango y La Libertad.

Hace dos semanas, Treminio advirtió que si las lluvias continuaban se ponía en riesgo 2.1 millones de quintales de frijol que se encuentran en proceso de sacar, ya que el 75 % del cultivo se realiza con la salida del invierno.
El problema que vamos a tener es que está lloviendo bastante y algunas (plantas) están naciendo nuevamente raíces y problema de hongo”.
Luis Treminio
Presidente de Campo

Más daños en verduras.


El sector más golpeado por Eta fue el de hortalizas y frutas, donde se habrían perdido cultivos valorados entre $5.5 y $6 millones.

Héctor Berríos, representante de la Federación de Hortalizas y de Frutas en El Salvador, indicó que el sector aún se encontraba asimilando las pérdidas por Eta cuando Iota tocó el territorio nacional y, al igual que ocurre en el frijol, teme que el exceso de humedad en los suelos genere hongos que dañen las plantas.

“Se requieren acciones inmediatas. Creería que uno es aplicar fungicidas a nivel de todos los cultivos para rescatar de todo lo que nos quedó y, dos, insistir de que se abra un crédito en el fideicomiso (de recuperación económica) pensando más en la soberanía y alimentación salvadoreña”, indicó Berríos.

Ejemplificó que una planta de pepino se mantiene normal durante las lluvias, pero luego desarrolla hongos en la raíz y se pudre, mientras que los productores en Las Pilas, Chalatenango, reportan daños en las plantaciones de repollo.

Las zonas de mayor producción de hortalizas y frutas en El Salvador son Las Pilas en Chalatenango, Zapotitán en La Libertad, Metapán en Santa Ana, Cuscatlán, y Morazán.

Granos de café se caen por exceso de lluvia


El exceso de lluvia ocasiona que las plantas de café comienzan a botar el grano y la hoja, proceso conocido como defoliación, advirtió Omar Flores, presidente de la Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal).


Los productores se encuentran en plena corta de café, es decir, que las plantas tienen grano verde y maduro. Flores explicó que caficultores de Santa Ana y Sonsonate han reportado que las fincas han entrado en un proceso de defoliación.


La defoliación ocurre por el exceso de agua en el suelo, que dificulta la oxigenación de la planta y no absorbe todos los nutrientes de la tierra hasta que comienza a botar el grano y las hojas.


La Acafesal advirtió a inicios de noviembre que las lluvias de Eta podrían ocasionar un brote masivo del hongo de la roya y la antracnosis, dos enfermedades devastadoras para los cultivos de café.










La antracnosis es un hongo que ataca las plantas por completo pues provoca defoliación y muerte regresiva en las ramas. La roya, en tanto, ocasiona un polvo amarillo en las hojas que se riega por toda la finca.

Ahora con la depresión tropical Iota, agregó Flores, se eleva la amenaza y “definitivamente va a haber una pérdida en el maduro y verde (grano)” por las lluvias.